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Menudo y delgado, pero de gran presencia, infundía autoridad y respeto. Su recuerdo es de director disciplinado y exigente, apasionado por la música académica universal.
Álvaro Manzano tuvo una enorme influencia en el desarrollo de la música orquestal en el Ecuador. Sin embargo, su trayectoria fue más allá de lo local, con varios reconocimientos internacionales y actuaciones con orquestas alrededor del mundo.
Como músico y artista tuve el agrado de mantener amenas e interesantes charlas, donde el Maestro compartía su extenso conocimiento sobre la música universal. Su mirada era de artista completo. Su apreciación incluía consideraciones históricas y otras expresiones artísticas, para enriquecer el entendimiento de la importante labor de un líder.
Al compartir escenarios en varias ocasiones y colaborar en distintos proyectos, pude apreciar de primera mano su compromiso por crear oportunidades para el progreso de los músicos ecuatorianos.
Fue muy generoso al compartir sus conocimientos y, a través de clases magistrales a nivel nacional e internacional, aportar al desarrollo de varios jóvenes directores, entre los cuales tengo la fortuna de estar.
Su memoria será preservada por varias generaciones de músicos, a quienes el querido Maestro Álvaro Manzano influyó de una manera muy positiva, abriendo camino para la interpretación de música orquestal universal, de óperas y ballets, así como por su apoyo al desarrollo de intérpretes, cantantes, instrumentistas y compositores de nueva música ecuatoriana.
Felipe Luzuriaga
Director musical de la Fundación Teatro Nacional Sucre
