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La estatua de Antonio José de Sucre, ubicada en la terraza del Teatro Nacional Sucre, fue restaurada este mes. Te invitamos a conocer más sobre esta pieza de arte con 150 años de historia.
Conocida por un gran tiempo como la “estatua de la discordia”, esta obra del artista español José González Jiménez, rinde tributo al mariscal venezolano y fue constituida en arcilla en 1874. El auspicio de Manuel Rivadeneira y su hija Emilia, viuda de Héguy y simpatizantes de Sucre, consiguieron que se la forjara en un gran bloque de traquita.
En el proceso de elaboración la estatua y su autor desaparecieron, hasta que un día Manuel la encontró en una tienda y solicitó ayuda de Plácido Caamaño para ubicarla en la terraza que ahora conocemos.
La constitución de la obra “representa a Sucre con sus propias facciones y en actitud valentísima, pisando la cabeza del León Ibero y amagando con la espada que empuñaba con la diestra: con la izquierda acogía benignamente a una esbelta joven de tipo americano que representaba a la República del Ecuador: la joven se inclinaba un tanto en actitud de entregar sus rotas cadenas: al pie, se veía sobre el suelo el cetro español, roto en la mitad, como si acabara de caer con recio golpe”. ¹
Este significado causó ruido en el Ministro Español Manuel Llorente Vázquez cuando vio la estatua, quien solicitó a Caamaño tomar acción, la cual fue demoler el león al cual Sucre sometía. Esta es la razón por la que en la actualidad la estatua se ve “destruida” en su parte inferior.
Para la actualidad, los trabajos de remodelación fueron arduos y delicados, según los encargados de este trabajo la tarea tomó diez días y el mayor reto estuvo en “la idea conceptual de la escultura, identificando su historia, el hecho de conocer sobre las censuras que sufrió, además de a complejidad de juntar el antebrazo izquierdo de la mujer indígena, ya que en algún momento sufrió una fractura y estaba a punto de colapsar”
En ella se realización los siguientes procesos de intervención:
El proyecto de “conservación de elementos decorativos de espacio público – IMP”, bajo la contratista Pamela Mendieta fue la encargada de esta tarea.
Te invitamos a recorrer por este espacio y descubras la historia a través de un bien que vive a través de los años en la cultura de nuestro país.
