La Fiesta Escénica de Quito regresa en 2025. Este año, te invitamos a vivir la fiesta y pensar sobre la escena a través de potentes propuestas artísticas y actividades académicas. Del 12 al 29 de junio, disfruta de una programación vibrante con destacados elencos nacionales e internacionales y sé parte de la mayor celebración del arte escénico en el Ecuador.
Edad mínima: 6 años
Sobre la obra | Fuente El Apuntador
Ballet de Seres Inertes nunca debió ser una obra. Es el ensayo de una escena fallida que muestra, una y otra vez, cómo la vida nos pone en otro lado.
Lo que ven es una escena que imaginé en la oficina y no resultó. Cuando la pensé no quise contar una historia, sino capturar un estado mental. Contar a través del baile esa sensación continua en mi vida: esa de siempre ir perdiendo, pase lo que pase sentir que pierdes. Hasta en los mejores momentos: pierdes. Como el meme de “estoy bien, pero si pienso mucho lloro”. Lo que pasó es que no salió, resultó que las intérpretes fueron más interesantes y se convirtieron en creadoras. Yo quise una obra y ellas hicieron otra.
La obra propuso bailar y se quedaron paradas, la obra propuso explorar la sensación continua de que la vida nos pone en otro lado y se quedaron paradas. Es una obra sobre bailar y en la que por decisión se baila poco. Una obra que no entiende el baile como virtuosismo, como arte o como oficio. Nada de eso. Lo piensa desde la dimensión del movimiento común, lo asume como la condición básica de lo que está vivo: vivir ya es bailar. Lo que está vivo se mueve.
También plantea la inmovilidad como el baile de lo que está muerto. Es una metáfora de la existencia y de la búsqueda de sentido. Unos deseando moverse y nosotres mostrando una coreografía en pausa. Otres soñando con bailar, crear y hacer arte y nosotras que podemos nos quedamos parados. La inmovilidad es el inicio y el final de todos los movimientos, de todos los bailes y de todas las vidas.
La obra se compone de una sola escena que muestra la catástrofe del proceso creativo y la similitud con la construcción de nuestras propias vidas. Es decir, la vida es la obra y añado que las intérpretes tienen razón: esto nunca debió ser una obra. Porque no existe un producto final, continuará siendo un ensayo, la muestra del infinito intento de lograr el éxito.